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Tips para Mantener Nuestro Disco Duro

Tips para Mantener Nuestro Disco Duro

Da igual la capacidad de almacenamiento que tenga nuestro disco duro.

Al final, más pronto que tarde siempre acabamos en la misma situación: el disco está lleno y toca liberar espacio.

Ocho formas sencillas de liberar espacio en Windows 10: 

1. Vacía la papelera de reciclaje

Esta es la manera más directa y clásica de recuperar algo de espacio en el disco duro.

 

2. Ejecuta el Liberador de Espacio en Disco

Es una herramienta que nos puede ayudar a liberar espacio mediante la eliminación de diferentes tipos de archivos: desde archivos temporales de Internet, pasando por archivos de volcados de memoria, e incluso ficheros de anteriores instalaciones de Windows que todavía permanecen en el equipo.

Puedes abrir esta aplicación desde “Inicio -> Herramientas administrativas de Windows -> Liberador de espacio en disco”.

Selecciona la unidad que quieres analizar y pulsa “Aceptar”. Windows calculará cuanto espacio puede liberar. A continuación, nos mostrará una ventana con varias opciones: marca las casillas de los elementos que quieras borrar y pulsa sobre “Limpiar archivos de sistema” si también deseas liberar espacio eliminando archivos como por ejemplo la carpeta Windows.old.

 

3. Elimina archivos descargados y ficheros temporales

En Windows también es posible borrar archivos temporales y descargas sin necesidad de ejecutar la herramienta de liberación de disco. Pulsa sobre el botón de inicio de Windows y ve a “Configuración -> Sistema” y en el menú lateral haz clic en “Almacenamiento”.

 Debajo de tu disco local, pulsa sobre “Archivos temporales” y selecciona todos los elementos que quieres borrar. Nota: Si vas a borrar todo el contenido de la carpeta de Descargas asegúrate que no contiene ningún archivo importante que quieras mantener.

 

4. Activa el sensor de almacenamiento

Dentro de los ajustes de “Configuración -> Sistema -> Almacenamiento” también encontramos otra herramienta interesante llamada Sensor de Almacenamiento. Si activamos esta funcionalidad el sistema se encargará de borrar automáticamente cualquier archivo temporal que no esté siendo usado, así como cualquier contenido de la Papelera de Reciclaje con una antigüedad superior a 30 días.

Si no eres de los que vacían la papelera cada cierto tiempo, lo mejor es dejar esta opción siempre activada.

 

5. Mueve los archivos a otro disco o memoria externa

A veces hay archivos que simplemente no podemos eliminar. Si además son archivos pesados (vídeos, edición de sonido/imagen, procesamiento de datos, herramientas técnicas) puede que nos dejen sin espacio en disco rápidamente. En estos casos es importante plantearse la posibilidad de mover todo ese contenido a otra partición o unidad de disco –suponiendo que tengamos una-, o incluso pasar toda esa información a una memoria USB o disco externo para su conservación.

La idea es que solo tengamos en nuestro disco principal aquellos archivos a los que accedemos de manera habitual, dejando espacio libre para poder instalar otros programas y descargar archivos sin comprometer la integridad de nuestro disco duro.

 

6. ¿Desactiva el modo hibernación?

¿Eres de esos que utiliza el sistema de hibernación de Windows 10? Si en lugar de apagar por completo nuestro PC lo mandamos a hibernar esto hará que el arranque sea mucho más rápido. Sin embargo, antes de entrar en hibernación el sistema toma una captura del estado actual del equipo y los archivos que tiene abiertos, etc., lo cual puede ocupar una cantidad de espacio considerable.

 Para que nos hagamos una idea, el archivo hiberfil.sys puede llegar a consumir hasta el 75% de la memoria RAM de tu PC. Eso significa que si tenemos una RAM de 8GB podemos liberar 6GB de manera instantánea simplemente desactivando el modo hibernación.

 

7. Desinstala aplicaciones

Este es otro de esos consejos obvios, pero no por ello menos importantes. Si llevas un tiempo trabajando con el computador seguramente descubrirás que hay aplicaciones que hace mucho tiempo que no utilizas. Para comprobarlo ve a “Inicio –> Configuración -> Aplicaciones” (o escribe “Agregar o quitar programas” en Cortana) y echa un vistazo a todas las aplicaciones.

Si estás utilizando programas de versiones anteriores de Windows es probable que no aparezcan en esta lista. Para localizarlas escribe “Panel de control” en Cortana y selecciona “Desinstalar un programa”, o ejecuta el comando “control.exe”.

 

8. Guarda archivos en la nube y no mantengas duplicados

Por defecto Windows 10 incorpora una aplicación de almacenamiento en la nube llamada OneDrive. Resulta de lo más práctica, ya que aparece siempre en el explorador de archivos junto al resto de carpetas y unidades de nuestro PC.

Aprovecha este espacio de almacenamiento extra, pero procura no mantener duplicidades. Si un archivo ya lo tienes guardado en OneDrive no guardes otra copia en el disco duro del ordenador. De esta forma conseguirás ahorrar unas cuantas gigas y al mismo tiempo podrás acceder a todos esos documentos de manera online desde cualquier lugar sin necesidad de estar conectado al PC.

¿Qué es un proxy y en qué se diferencia de una VPN?

¿Qué es un proxy y en qué se diferencia de una VPN?

En estos tiempos de creciente preocupación del usuario de Internet por la seguridad y la privacidad, nos encontremos con dos tecnologías (VPN y proxy) pueden parecernos similares en muchos sentidos, pero sus diferencias son bastante relevantes.

Ciertamente, ambas tecnologías nos permiten conectarnos a computadores remotos, facilitando así enmascarar nuestra dirección IP. Pero dependiendo del uso concreto que queramos darle a esa capacidad (¿eludir la cibervigilancia?) nos interesará más optar por uno u otro.

Te contamos de que trata cada una:

Proxy:
Cuando estamos navegando por la World Wide Web, lo habitual es que nuestro computador se conecte directamente al servidor de la web que estamos visitando y se descargue la página en cuestión para que nosotros podamos visualizarla.

Pero cuando nos conectamos a través de un proxy, utilizamos éste como intermediario de todo el tráfico web, de tal modo que enviamos nuestra solicitud de visualización al proxy, éste lo reenvía al sitio web que queremos visitar, y cuando responde al proxy, éste nos reenvía toda la información para que podamos visualizar la web, es decir, no es la IP del usuario quien accede a la web, sino la del proxy. Eso nos permite tener anonimato y nos permite restricciones de contenidos basada en geolocalización.

VPN:
Como el proxy, una VPN (siglas en inglés que significan ‘Red privada virtual’) es también un servidor que enruta nuestro tráfico online. Pero donde el proxy sólo enruta solicitudes de una única aplicación (normalmente, del navegador web), un servicio VPN es capaz de hacer eso con todo el tráfico de nuestra red.

Y no sólo lo enruta: lo tuneliza. Así, todo el tráfico que circule entre el cliente VPN y el servidor irá cifrado y autenticado (haciendo uso de protocolos TLS o IPSec).

Esto es importante porque ahí donde el proxy se limitaba a anonimizarnos, dejaba abierta la puerta a que delincuentes o fuerzas estatales interceptaran nuestro tráfico (es decir, nuestras credenciales de acceso, historial de navegación, etc.)